
La coyuntura económica pasa factura a diferentes sectores, en el caso del cine, los datos son algo contradictorios. La media de espectadores que acuden anualmente a salas de cine ha bajado de manera considerable según el Idescat. En 2001 la media de visitas por parte de un espectador a una sala de cine al año era de 5.13, mientras que en 2006 era de 3.38 por persona. Al mismo tiempo, se suele asegurar que en tiempos donde la coyuntura económica es mala, se acude más al cine.
Respecto al descenso vivido en dicho sector, se empiezan a levantar diferentes voces tratando de buscar el culpable. Algunas fuentes como el Presidente de Asociaciones de productores audiovisuales (Fapae) acusa a la piratería como la culpable de la caída estrepitosa de espectadores a las salas de cine en España. Otras personalidades, como responsables de CINESA han acusado además las políticas donde trata de discriminar positivamente películas españolas y europeas en las carteleras españolas. En este caso considera que el establecimiento forzoso del mantenimiento de películas en cartelera merma de forma considerable la cantidad potencial de espectadores que pueden tener las salas de cine. Para mayor complejidad, hablando de políticas de discriminación positiva, desde la Generalitat de Cataluña se pretende establecer que el 50% de las películas en cartelera se ofrezcan en catalán.
El Ministerio de Cultura publica de manera periódica estudios y datos relevantes en la cuestión del cine. Dicha institución, estipuló según sus fuentes oficiales que en 2006 los espectadores al cine fueron de 121.654.481 y en 2008 descendió a 107.813.259. Por tanto observamos en tan sólo dos años una reducción de de 13.841.222 espectadores.
En este panorama, las justificaciones acerca del cine son innumerables. Cabe considerar de fondo la cuestión de la discriminación positiva de películas nacionales, europeas, o linguísticas, factores que presumiblemente no ayudaran en especial al sector del Cine.
La industria del cine debería considerar algunas opciones que hasta ahora no se han tenido en cuenta para analizar el descenso de espectadores a las salas de cine. En primer lugar, en cuanto a producción de películas, donde encontramos que cada vez más cuesta ver películas con buenos guiones, con un hilo argumental bien elaborado y tratado. El cine ha mantenido la tendencia de la espectacularidad mediante la gran inversión en efectos especiales olvidando la esencia de las películas, el guión y la interpretación.
Por otro lado, probablemente opinéis como un servidor, entre ver una película descargada y el cine, preferimos el cine. La cuestión es ¿a que precio? Actualmente el precio para entrar en una sala de cine en Barcelona oscila entre los 6 y 7 €. Si a la entrada le sumamos el precio de nuestras clásicas palomitas y una bebida, dicho coste se eleva a 4º 5 €, por lo que la suma total es de alrededor de los 11€.
Obviamente si cada visita puede costarte ese precio es bastante factible que puede verse reducido los espectadores en las salas de cine, y más teniendo en cuenta que las películas cada vez son mas previsibles y menos originales.
Fuentes de Información
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