Las agendas de información actual giran en torno a las próximas elecciones europeas del 7-Junio. Lamentablemente la des-información unida a la lucha partidista hacen que la arena de batalla electoral no sea Europa, sino España.
La primera cuestión a subrayar es la falta de información que el ciudadano posee acerca de la Unión Europea. Cabe destacar que los estados miembros siguen siendo soberanos aunque hayan cedido parcelas de competencias a la Unión Europea. Precisamente el marco de intervención de la UE gira en esas esferas cedidas, donde mediante directivas y recomendaciones establecen objetivos y disposiciones a asumir por los estados miembros.
Una vez aclarado dicha situación, debemos aislar por tanto la política nacional de cada estado miembro con la de la Unión Europea. La identificación partidista es un ancla para un sistema democrático de elección libre, dado que no permite hacer revisión de la legislatura y cumplimiento de promesas/objetivos marcados. Las diferentes escalas de poder (Europeo-nacional-regional) tienen características bien distintas, y escenarios que favorecen a la volatibilidad electoral.
La pugna bipartidista en España ha provocado una fuerza centrípeta centrada en aspectos nacionales y en ningún momento han hablado de Europa. Se ha hablado del paro en España, se habrá podido hablar de políticas para hacer frente a la situación en España…si. Sin embargo no se ha hablado del Libro Verde de Lisboa (con la pretensión de la flexibilización del mercado laboral) y es la tendencia actual de la UE; porque no se ha hablado de la ocupación en Europa y como puede afectar los ya famosos “green jobs” a nuestras economías”. Podemos encontrar múltiples ejemplos….aunque el mayor problema es la des-información.
La ventaja de la des-información es que después los partidos políticos en España, se atribuyen méritos y hacen suyo las políticas determinadas y sopesadas en Europa. Las directivas obligan a los estados miembros a incorporar ciertas políticas aunque estos estados deben transponerlas. Esta obligación, coincide en que muchas de los acuerdos y directivas aprobadas, son transpuestas literalmente sin añadir, modificar, o adecuar ese contenido al país estado miembro. Un ejemplo lo podemos encontrar en la Ley de Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres aquí en España.
Simplemente, deseo hacer un llamamiento al ciudadano que vote, conscientemente y que no caiga en el juego de la pugna partidista y piense en que hace Europa, y quien cree que considera que es mejor para encaminar las políticas en un sentido u otro.
La primera cuestión a subrayar es la falta de información que el ciudadano posee acerca de la Unión Europea. Cabe destacar que los estados miembros siguen siendo soberanos aunque hayan cedido parcelas de competencias a la Unión Europea. Precisamente el marco de intervención de la UE gira en esas esferas cedidas, donde mediante directivas y recomendaciones establecen objetivos y disposiciones a asumir por los estados miembros.
Una vez aclarado dicha situación, debemos aislar por tanto la política nacional de cada estado miembro con la de la Unión Europea. La identificación partidista es un ancla para un sistema democrático de elección libre, dado que no permite hacer revisión de la legislatura y cumplimiento de promesas/objetivos marcados. Las diferentes escalas de poder (Europeo-nacional-regional) tienen características bien distintas, y escenarios que favorecen a la volatibilidad electoral.
La pugna bipartidista en España ha provocado una fuerza centrípeta centrada en aspectos nacionales y en ningún momento han hablado de Europa. Se ha hablado del paro en España, se habrá podido hablar de políticas para hacer frente a la situación en España…si. Sin embargo no se ha hablado del Libro Verde de Lisboa (con la pretensión de la flexibilización del mercado laboral) y es la tendencia actual de la UE; porque no se ha hablado de la ocupación en Europa y como puede afectar los ya famosos “green jobs” a nuestras economías”. Podemos encontrar múltiples ejemplos….aunque el mayor problema es la des-información.
La ventaja de la des-información es que después los partidos políticos en España, se atribuyen méritos y hacen suyo las políticas determinadas y sopesadas en Europa. Las directivas obligan a los estados miembros a incorporar ciertas políticas aunque estos estados deben transponerlas. Esta obligación, coincide en que muchas de los acuerdos y directivas aprobadas, son transpuestas literalmente sin añadir, modificar, o adecuar ese contenido al país estado miembro. Un ejemplo lo podemos encontrar en la Ley de Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres aquí en España.
Simplemente, deseo hacer un llamamiento al ciudadano que vote, conscientemente y que no caiga en el juego de la pugna partidista y piense en que hace Europa, y quien cree que considera que es mejor para encaminar las políticas en un sentido u otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comparte este artículo con quien quieras. Si quieres dar tu valoración sobre el artículo o simplemente quieres decir algo, deja tu comentario